Mensajito de Mariseta
Es mi primera noche en Valencia desde hace tiempo. Miro el reloj y resulta que son justo las 00.00 horas del 15 de septiembre, exactamente el momento en que comienzan las 24 horas durante las que será el cumpleaños de Ángel de 2005. Me acuerdo de él, y de todos los demás, pero ahora estoy aquí.
Después de pasar nueve horas metida en un tren, he llegado a las 16.40 a la estación del Norte (qué preciosidad de estación, por cierto) y allí me esperaba Valeria. Tenía muchas ganas de verla, la verdad. Siempre tengo ganas, pero esta vez tenía muchas más. Joer.
Hemos ido a su casa y luego ella se ha ido a trabajar; yo, como estoy de vacaciones, me he dado una ducha tranquilamente y después he ido a hacer unas cosillas que tenía pendientes. Hemos quedado en el bar de un amigo (Paco) cuando ha salido ella de trabajar y le he enseñado lo que es el CERVECISMO. No es que ella no supiera lo que era beber cervezas, que lo sabe, y muy bien, sino que no conocía el momento especial que supone para los ‘cervecistas’.
Se lo he explicado: son más de las 12 de la noche, estamos trabajando, hartos después de muchas horas seguidas, y al final nos quedamos en el periódico los de siempre... y estamos esperando a que llame el Cordobés (Antonio, Rafa) para irnos a la Taberna (Manolo, Paco, Jose). Un ratillo antes alguien ha preguntado: ¿Hoy hay CERVECISMO? Pues sí, ¿no?, contesta otro. Nos lo hemos ganado, dice el tercero. Y allí que nos vamos Ángel, Manuela, Diego, María, José Manuel y yo (Marisa)... algunos días se apuntan Rocío, Sonia, José Antonio, Arantxa... o incluso Sergio y Enrique... o Juanma (Alejandro nunca ha venido... ya sabes).
Luego hemos vuelto a casa y hemos seguido bebiendo cerveza durante la cena (en Valencia no hay tapas) y después... Ahora que he mirado el reloj y es justo la medianoche, cuando empieza el cumpleaños de Ángel, estamos Valeria y yo tan a gusto, en su casa, hablando, hablando, solas... Pero en realidad estamos de CERVECISMO igual... Si lo que importa es estar con quien quieres, coño. Lo podemos llamar CERVECISMO VIRTUAL ¡A 500 KILÓMETROS DE DISTANCIA!
Después de pasar nueve horas metida en un tren, he llegado a las 16.40 a la estación del Norte (qué preciosidad de estación, por cierto) y allí me esperaba Valeria. Tenía muchas ganas de verla, la verdad. Siempre tengo ganas, pero esta vez tenía muchas más. Joer.
Hemos ido a su casa y luego ella se ha ido a trabajar; yo, como estoy de vacaciones, me he dado una ducha tranquilamente y después he ido a hacer unas cosillas que tenía pendientes. Hemos quedado en el bar de un amigo (Paco) cuando ha salido ella de trabajar y le he enseñado lo que es el CERVECISMO. No es que ella no supiera lo que era beber cervezas, que lo sabe, y muy bien, sino que no conocía el momento especial que supone para los ‘cervecistas’.
Se lo he explicado: son más de las 12 de la noche, estamos trabajando, hartos después de muchas horas seguidas, y al final nos quedamos en el periódico los de siempre... y estamos esperando a que llame el Cordobés (Antonio, Rafa) para irnos a la Taberna (Manolo, Paco, Jose). Un ratillo antes alguien ha preguntado: ¿Hoy hay CERVECISMO? Pues sí, ¿no?, contesta otro. Nos lo hemos ganado, dice el tercero. Y allí que nos vamos Ángel, Manuela, Diego, María, José Manuel y yo (Marisa)... algunos días se apuntan Rocío, Sonia, José Antonio, Arantxa... o incluso Sergio y Enrique... o Juanma (Alejandro nunca ha venido... ya sabes).
Luego hemos vuelto a casa y hemos seguido bebiendo cerveza durante la cena (en Valencia no hay tapas) y después... Ahora que he mirado el reloj y es justo la medianoche, cuando empieza el cumpleaños de Ángel, estamos Valeria y yo tan a gusto, en su casa, hablando, hablando, solas... Pero en realidad estamos de CERVECISMO igual... Si lo que importa es estar con quien quieres, coño. Lo podemos llamar CERVECISMO VIRTUAL ¡A 500 KILÓMETROS DE DISTANCIA!
posted by Anónimo at 9/15/2005 12:58:00 a. m.
1 Comments:
Joder, qué puedo decir, muchas gracias por la felicitación. Este ha sido el regalo más original que he recibido. Aunque anoche no estuvieras, no importa, pues es cierto, lo importante es que estábamos de Cervecismo, juntos aún en la distancia. Para que no os pongáis triste ya colgué las fotos, que como podrás ver incluyen un pálido en el Mordisco.
Dale un beso a Valeria de mi parte y otro mu gordo pa ti, cuando veas al Cuqui también se lo puedes dar, jejeje!
Espero que os lo paséis lo mejor posible y, al menos, me traigáis muchas historias, ya que de fotos sé que la cosa está difícil.
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